La estrategia es la elección dinámica del camino más adecuado

Este blog revela una nueva forma de entender la estrategia, basada en más de 25 años de experiencia liderando procesos transformadores. A través de una definición clara y poderosa, invito a líderes y equipos a liberarse del mito del plan perfecto y a abrazar un enfoque flexible, consciente y conectado con la realidad. Una lectura esencial para quienes desean que su estrategia se viva en la acción, no solo en una diapositiva.

NEGOCIOS

Alejandro Muñoz

3/12/20254 min leer

¿Alguna vez te has sentido abrumado por la idea de tener que construir “el plan perfecto”? Si lideras personas, proyectos o procesos, probablemente sí. La presión de diseñar estrategias detalladas, precisas y a prueba de imprevistos puede ser enorme. Pero tras más de 25 años ideando e implementando estrategias en todo tipo de contextos organizacionales, he llegado a una conclusión sencilla, pero poderosa: la estrategia es la elección dinámica del camino más adecuado.

Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre el verdadero significado de esta frase. Porque entenderla puede marcar la diferencia entre una organización que se estanca en lograr ese "plan perfecto", y una que avanza con inteligencia, adaptabilidad y excelencia.

Si no hay elección, no hay estrategia. Punto.

Muchos confunden la estrategia con una lista de deseos o un conjunto de acciones aisladas. Pero lo que realmente le da sentido estratégico a una decisión es haber comparado opciones, evaluado pros y contras, y elegido conscientemente una dirección, dejando de lado otras, incluso si también eran atractivas.

La valentía estratégica no solo está en elegir lo correcto, sino en saber decirle que no a lo que desvía recursos, energía y foco. ¿Quieres explorar otras opciones sin perder el rumbo? Hay caminos para hacerlo: pilotos, spin-offs, pruebas controladas. Pero recuerda: una buena estrategia es ante todo una decisión.

Estrategia es ELECCIÓN: decidir también es renunciar

Estrategia es DINÁMICA: adaptarse es sobrevivir

Una estrategia no es una promesa tallada en piedra. Es un proceso vivo, que se construye desde la intención, pero que se enriquece con el aprendizaje continuo.

Los entornos cambian, las circunstancias también. Y si queremos que nuestras organizaciones sigan siendo relevantes, debemos abandonar la idea de que la estrategia se define una vez y se ejecuta al pie de la letra. La estrategia eficaz surge del aprendizaje, de experimentar, de adaptarse en tiempo real, de aceptar que el plan puede (y debe) cambiar.

Estrategia es CAMINO: no confundas el destino con la ruta

Muchas veces escucho decir: “Nuestra estrategia es ser líderes del mercado”, o “es crecer un 20%”. Pero eso no es una estrategia, es un objetivo.

La estrategia es el camino que eliges recorrer para llegar allí. Un camino que, como bien lo decía Serrat, “no existe, se hace camino al andar”. Y en la práctica, es un camino que se transforma, que a veces se desvía y que muchas veces se abre paso donde hay menos resistencia.

Un verdadero estratega no solo sabe a dónde quiere llegar, sino que diseña un trayecto que tenga sentido en el contexto actual y esté preparado para evolucionar.

Estrategia es “el camino MÁS ADECUADO”, no el perfecto

La obsesión por encontrar la mejor estrategia puede ser la causa de que nunca implementes ninguna. ¿Por qué? Porque el futuro es incierto. Porque el análisis exhaustivo puede volverse parálisis.

La clave está en elegir lo más adecuado, con la información disponible, y avanzar. Siempre habrá oportunidad de ajustar en el camino. En la estrategia, como en la vida, lo perfecto muchas veces es enemigo de lo bueno.

Los 5 niveles de estrategia: de la intención a la acción

Para que la estrategia no se limite a una presentación atractiva, en mi experiencia, debe estructurarse en cinco niveles fundamentales:

Los cinco niveles de estrategia
Los cinco niveles de estrategia

En el pasado, estos niveles solían planificarse de manera simultánea, como parte de un ejercicio de planeación estratégica diseñado generalmente para varios años. Sin embargo, en un entorno tan dinámico como el actual, las organizaciones más inteligentes adoptan una dinámica estratégica continua, en la que algunos niveles se mantienen estables, mientras que otros se revisan y ajustan con frecuencia.

En última instancia, la evidencia de la coherencia estratégica de una organización debe reflejarse en las acciones cotidianas de su gente. Si lo que hacen las personas en su día a día no guarda coherencia con lo definido en estos cinco niveles, será señal inequívoca de que la estrategia se quedó en una bonita diapositiva.

”Cuando te enfocas solo en cumplir el plan, pierdes de vista los resultados. Pero cuando te enfocas en lograr los resultados, te vuelves más flexible con el plan.”

No estoy en contra de planear, sino de predeterminar, porque la estrategia no implica rigidez, sino evolución.

Una organización no es una máquina; es un organismo vivo que habita un ecosistema. Sus resultados dependen tanto de sus capacidades internas como de factores externos incontrolables. Por eso, la estrategia no debe ser una camisa de fuerza, sino un marco flexible para avanzar con dirección.

Ese cambio de mentalidad es esencial.

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Estrategia en Acción

3 claves para vivir la estrategia más allá del PowerPoint:

Elige con coraje, renuncia con conciencia

Decidir es también dejar ir. Sé claro con tus criterios y actúa con propósito.

Diseña para cambiar, no te enamores de lo que crees

Los planes rígidos se rompen en la primera curva. Crea marcos estratégicos que se adapten y evolucionen.

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Conecta la estrategia con el día a día

¿Tu estrategia vive en una diapositiva o en las acciones reales de tu equipo? Observa lo que se hace, ahí está la respuesta.

Para cerrar...

  • La estrategia no es un documento, es una conversación viva.

  • No es un mapa detallado, es una brújula que guía.

  • No es un acto de predicción, es un acto de intención, aprendizaje y adaptación.

Elegir dinámicamente el camino más adecuado es más que una definición. Es una forma de liderar. Es una forma de vivir.